Aunque Chile bajó cinco puestos en el ránking mundial de competitividad elaborado por el IMD (Suiza) ubicándose en el lugar número 35 -su peor desempeño desde que ingresó a la medición el año 2000-, sigue siendo el primero en esta materia en América Latina.
“Una de las primeras razones de esto es que en Chile hay una inversión importante en la educación de los jóvenes, en ciencias humanísticas, en ingeniería y medicina, y eso tiene una influencia en esos resultados porque forma el capital intelectual de la sociedad”.
Así lo explicó el investigador de la Universidad Politécnica de Varsovia (Polonia), Dr. Mariusz Bednarek, durante un seminario sobre los desafíos de la productividad en el país, organizado por la Facultad de Ingeniería de la Universidad Autónoma de Chile en Santiago.
Para el especialista, otro factor que contribuye a mantener los índices de competitividad a pesar de la caída global de la economía, son las reservas monetarias que permiten estabilizar las cifras de producción industrial.
“Hay además una cultura de la disciplina y la internacionalización, que favorecen las inversiones nacionales y extranjeras; y bajo niveles de desempleo y riquezas naturales”, añadió como otros de los elementos más relevantes.
La jornada contó con el patrocinio del Colegio de Ingenieros de Chile A.G.y de la Asociación Chilena de Tecnologías de la Información A.G. (ACTI), y en ella expuso además el presidente de Fundación para la Promoción del Kaizen, José Miguel Santana.
Dicha institución está integrada por consultores de distintas especialidades, empresarios, ejecutivos y empleados de diversas empresas, que comparten y promueven los principios que caracterizan la filosofía y estrategia del Kaizen, con énfasis es el mejoramiento continuo.
El encuentro “Productividad en Chile, desafío o cambio de mentalidad” abordó uno de los temas que han ocupado la agenda pública durante este año, tanto en el Gobierno como empresarios y parlamentarios.
“En comparación con países de la OCDE por ejemplo, con los que debemos compararnos, estamos en niveles aún bajos de productividad. La baja eficiencia afecta la calidad de los productos, al crecimiento del país y las remuneraciones”, según explicó el Decano de la Facultad de Ingeniería, Guillermo Schaffeld.
La autoridad universitaria recordó que el seminario fue parte de una serie de actividades de Extensión académica que buscan complementar la formación de los estudiantes a través del análisis de temas que se abordan en clases, a cargo de expositores relevantes para su futuro ejercicio profesional.
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